ESPECTRO

Antonio (Toño) Hernández Arriaga comenzó a luchar en 1951 como Tony Hernández en Monterrey y no hizo un gran impacto en sus primeros años. Un día, el popular árbitro Roberto "El Güero" Rangel, compró una revista llamada "Los Espectros de Ultratumba". Hizo un comentario al promotor Jesús Garza Hernández, mejor conocido como Chucho Garza y pensaron que la adaptación de ese personaje fantasma de la lucha libre podría ser un éxito. Garza dijo a Rangel (que también era su secretario) que fuera a Deportes Martínez en la Ciudad de México (el más famoso maskmaker de México) y se realizara un equipo de lucha para Tony. Todo esto ocurrió sin que, Tony lo supiera. Y un día, a Tony se le entrego ese equipo de lucha y supo que era una buena idea, pero

odiaba el traje. Realmente lo odiaba. Hacía demasiado calor bajo esa máscara y se sentía incómodo usando ese traje completamente verde, pero Chucho le convenció de no darse por vencido con la promesa de que lo haria una gran estrella a nivel nacional. Gracias a la ruda personalidad del Espectro, este se convirtió en una gran atracción y su ascenso a la cima fue muy rápido. Llegaba al ring desde los vestuarios en el interior de un ataúd llevado por dos hombres vestidos de fantasmas y

cuando salia del féretro, la gente explotaba de euforia. Era tan bueno que consiguió firmar con la EMLL y en 1954 se convirtió en una de las estrellas principales en las carteleras de la Arena México y la Arena Coliseo, a pesar de que la comisión nunca lo dejó hacer su gran entrada con el ataúd, mientras luchó en la capital. Espectro comenzó como un "peso welter pesado", casi un peso mediano, pero con los años se hizo más grande y se convirtió en un peso semicompleto. Fue campeón nacional de peso semipesado. Espectro trató de convertirse en un luchador independiente, pero ese intento fracasó y volvió a EMLL. También a menudo se asoció con Karloff Lagarde, quien fue uno de sus dos mejores amigos en la vida real y se convirtió en campeón nacional de parejas con Ray Mendoza, que era su otro mejor amigo. Y a pesar de que

no ganaron ningún título juntos, sus compañeros de equipo más memorables fueron el original Karis La Momia y El Espectro II. En algún momento de 1959, perdió el título nacional de peso semipesado contra Tarzán López en la Arena México y en una decisión que sorprendió a todo el mundo, él mismo se desenmascaro, reveló su verdadero nombre informando que se retiraba. Había una buena razón detrás de este retiro. Días antes de que la jubilación, en una lucha en Tampico contra Joe Grant, Espectro sufrio heridas de su cuello después de recibir un golpe mal ejecutado y el médico le ordenó que se retirara porque necesitaba cirugía. Su cirugía fue bastante caro y no podía pagarla. Su amigo Karloff Lagarde, quien era un hombre rico (todo el dinero ganado en la lucha libre) se ofreció a pagar la factura de 30.000 pesos,

aunque al final, Chava Lutteroth (hijo de Salvador Lutteroth) dijo que la Empresa lo pagaría. Regresó durante la primera mitad de 1962, pero sin la máscara no era el mismo y la comisión de la ciudad de México no le permitió luchar allí de nuevo debido a su mal estado de salud, por lo que se quedó en cinco o seis años más dentro de la lucha libre en las arenas más pequeñas y luego se retiró para convertirse en un entrenador de lucha en el Gimnasio Romano. Algunos de los luchadores que él entrenó son el original Espectro Jr. (Antonio Peña, promotor AAA),

el moderno Espectro Jr., sus hijos Picudo (alias Espectro 2000) y el Hijo del Espectro, y no familiares como Climax I, Climax II, Voltio Negro y Fuerza Guerrera. Como curiosidad, se mantiene siempre en gran forma, incluso después de la jubilación ya que era un ávido practicante del arte de la yoga, una afición que compartía con su buen amigo Ray Mendoza. Luego se convirtió en una figura del pasado y su nombre no se escuchó hasta que falleció el 13 de octubre 1993.